domingo, 17 de octubre de 2010

Una cama peculiar



Esta foto os parecerá algo extraña, pero es que desde que el profesor de literatura nos encargó este “trabajillo” hasta ahora que me pongo a hacerlo,  he estado ingresada en el hospital.

Pues bien, en cuanto a la descripción de lo que hay debajo de esta cama, no hay que ser muy observador para ver que no hay nada, nada de nada, pero pensando un poco, llegue a la conclusión de, ¿que va a haber  debajo de una cama de hospital?  Normalmente ese espacio se utiliza para guardar cosas que no utilizamos a diario y todos lo hacemos de dos maneras, o bien ordenadito en cajitas, o como vaya cayendo todo ahí dentro sin ni siquiera agacharnos para dejar las cosas.

Pero una cama de hospital no es una cama propia de alguien, nunca pertenece al mismo dueño por mucho tiempo o por lo menos nadie quiere que sea así, por lo que nadie aprovecha ese espacio para nada.  Así que decidí echarle un poco de imaginación a todo lo que podría haber pasado por debajo de esta cama y…. esta cama no será de nadie pero ha pertenecido a su vez a un montón de personas, debajo de ella habrá habido  más cosas que en cualquiera de nuestras camas propias, mil pares de zapatillas, calcetines, tal vez orinales, zapatos, bolsos…. Incluso algún niño jugando cuando ha ido a conocer a su nuevo hermanito al hospital. En principio parecía un espacio vacío para la eternidad pero si piensas por algunos momentos, rápidamente te das cuenta de lo concurrido que habrá estado este espacio a lo largo de toda su existencia. Así que, en conclusión, la descripción física seria: vacio. Pero imaginaros lo lleno que estaría  si le echamos un poquito de imaginación al asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario